domingo, 20 de junio de 2010
viernes, 4 de junio de 2010
El viento en la cara
No sabía que sus caídas y errores con el tiempo podían depararle un inesperado goce de las pequeñas cosas.
El silencio de la casa y de la ciudad en la mañana bien temprano eran su momento a solas con la escritura. Después venía la ceremonia de prepararse el desayuno y disfrutarlo como si fuera el primero o el último.
Los paseos el domingo a la mañana por la ciudad desierta más bella que nunca, con sus árboles, sus ancianos y otros solitarios habitantes de Buenos Aires la acompañaban en su silencio.
Un desayuno en un café elegido al azar por donde la hubieran llevado sus pasos eran para Paula sus momentos de intimidad, de paz consigo misma.
Caminar le permitía ordenar su cabeza, en comunión con la naturaleza y la ciudad que la hacían gozar del sol y del cielo como una bendición.
Sí, era una bendición estar viva y vivir cada momento a pleno. Cada momento irrepetible y único con la pequeña y enorme alegría de sentir el viento en su cara, el ruido de sus pasos y la belleza de un día más, un regalo, un gran regalo que ella se hacía cada día a sí misma.
El silencio de la casa y de la ciudad en la mañana bien temprano eran su momento a solas con la escritura. Después venía la ceremonia de prepararse el desayuno y disfrutarlo como si fuera el primero o el último.
Los paseos el domingo a la mañana por la ciudad desierta más bella que nunca, con sus árboles, sus ancianos y otros solitarios habitantes de Buenos Aires la acompañaban en su silencio.
Un desayuno en un café elegido al azar por donde la hubieran llevado sus pasos eran para Paula sus momentos de intimidad, de paz consigo misma.
Caminar le permitía ordenar su cabeza, en comunión con la naturaleza y la ciudad que la hacían gozar del sol y del cielo como una bendición.
Sí, era una bendición estar viva y vivir cada momento a pleno. Cada momento irrepetible y único con la pequeña y enorme alegría de sentir el viento en su cara, el ruido de sus pasos y la belleza de un día más, un regalo, un gran regalo que ella se hacía cada día a sí misma.
sábado, 22 de mayo de 2010
"Nadie es la patria, pero todos lo somos" oda de Jorge Luis Borges
Gracias a mi amiga Viviana por enviarme este bello poema que ya conocía pero que merece ser compartido y ojalá escuchado por aquellos que tienen la responsabilidad de dirigir el destino de nuestro país.
Nadie es la patria. Ni siquiera el jinete
que, alto en el alba de una plaza desierta,
rige un corcel de bronce por el tiempo,
ni los otros que miran desde el mármol,
ni los que prodigaron su bélica ceniza
por los campos de América
o dejaron un verso o una hazaña
o la memoria de una vida cabal
en el justo ejercicio de los días.
Nadie es la patria. Ni siquiera los símbolos.
Nadie es la patria. Ni siquiera el tiempo
cargado de batallas, de espadas y de éxodos
y de la lenta población de regiones
que lindan con la aurora y el ocaso,
y de rostros que van envejeciendo
en los espejos que se empañan
y de sufridas agonías anónimas
que duran hasta el alba
y de la telaraña de la lluvia
sobre negros jardines.
La patria, amigos, es un acto perpetuo
como el perpetuo mundo. (Si el Eterno
Espectador dejara de soñarnos
un solo instante, nos fulminaría,
blanco y brusco relámpago, Su olvido.)
Nadie es la patria, pero todos debemos
ser dignos del antiguo juramento
que prestaron aquellos caballeros
de ser lo que ignoraban, argentinos,
de ser lo que serían por el hecho
de haber jurado en esa vieja casa.
Somos el porvenir de esos varones,
la justificación de aquellos muertos;
nuestro deber es la gloriosa carga
que a nuestra sombra legan esas sombras
que debemos salvar.
Nadie es la patria, pero todos lo somos.
Arda en mi pecho y en el vuestro, incesante,
ese límpido fuego misterioso.
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Nadie es la patria. Ni siquiera el jinete
que, alto en el alba de una plaza desierta,
rige un corcel de bronce por el tiempo,
ni los otros que miran desde el mármol,
ni los que prodigaron su bélica ceniza
por los campos de América
o dejaron un verso o una hazaña
o la memoria de una vida cabal
en el justo ejercicio de los días.
Nadie es la patria. Ni siquiera los símbolos.
Nadie es la patria. Ni siquiera el tiempo
cargado de batallas, de espadas y de éxodos
y de la lenta población de regiones
que lindan con la aurora y el ocaso,
y de rostros que van envejeciendo
en los espejos que se empañan
y de sufridas agonías anónimas
que duran hasta el alba
y de la telaraña de la lluvia
sobre negros jardines.
La patria, amigos, es un acto perpetuo
como el perpetuo mundo. (Si el Eterno
Espectador dejara de soñarnos
un solo instante, nos fulminaría,
blanco y brusco relámpago, Su olvido.)
Nadie es la patria, pero todos debemos
ser dignos del antiguo juramento
que prestaron aquellos caballeros
de ser lo que ignoraban, argentinos,
de ser lo que serían por el hecho
de haber jurado en esa vieja casa.
Somos el porvenir de esos varones,
la justificación de aquellos muertos;
nuestro deber es la gloriosa carga
que a nuestra sombra legan esas sombras
que debemos salvar.
Nadie es la patria, pero todos lo somos.
Arda en mi pecho y en el vuestro, incesante,
ese límpido fuego misterioso.
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sábado, 15 de mayo de 2010
Desafío
Cuando era chica creía que vivir era más simple. Escuchaba historias que me contaba mamá y todo parecía lejano.
Soñaba con amores de película donde era la protagonista de historias complicadas pero con final feliz.
¿Quién nos prometió un jardín de rosas?
Ahora sé que mi propio jardín lo tengo que cuidar cada día. Que depende de mi mirada verlo bello.
También sé que cada elección que hago es una aventura, que cada día es irrepetible y único y que el desafío de enfrentar la rutina es un juego que a veces gano.
Soñaba con amores de película donde era la protagonista de historias complicadas pero con final feliz.
¿Quién nos prometió un jardín de rosas?
Ahora sé que mi propio jardín lo tengo que cuidar cada día. Que depende de mi mirada verlo bello.
También sé que cada elección que hago es una aventura, que cada día es irrepetible y único y que el desafío de enfrentar la rutina es un juego que a veces gano.
lunes, 3 de mayo de 2010
Doctor se hace, señor se nace
Había una vez un joven verdulero peruano que no había podido estudiar. Juan era de Boca Juniors, tenía la piel oscura y a veces eso le costaba el desprecio de algunas “señoras” del barrio.
Sin embargo Juan tenía un don de gente, ése que no se aprende en el colegio sino en la casa. Nunca le faltaba una sonrisa, un “buenos días, señora”. Un verdadero caballero, trabajador silencioso de sol a sol. Casi nunca lo escuché quejarse a pesar del trabajo a la intemperie. Con lluvia o con sol, él elige las mejores frutas para sus clientes y carga cajones y bolsas.
Él no va a ser doctor pero no importa porque él es un gran señor.
Sin embargo Juan tenía un don de gente, ése que no se aprende en el colegio sino en la casa. Nunca le faltaba una sonrisa, un “buenos días, señora”. Un verdadero caballero, trabajador silencioso de sol a sol. Casi nunca lo escuché quejarse a pesar del trabajo a la intemperie. Con lluvia o con sol, él elige las mejores frutas para sus clientes y carga cajones y bolsas.
Él no va a ser doctor pero no importa porque él es un gran señor.
martes, 20 de abril de 2010
A pesar de todo
Cuando me viene el desánimo o la vida me duele, miro para atrás y pienso en las veces que me levanté aunque me caí. La canción de la gran compositora argentina Eladia Blázquez "A pesar de todo" es un verdadero himno a nuestra condición humana.
Vaya para todos la letra:
A pesar de todo, me trae cada día
la loca esperanza, la absurda alegría.
A pesar de todo, de todas las cosas,
me brota la vida, me crecen las rosas.
A pesar de todo me llueven luceros,
invento un idioma diciendo... “te quiero”.
Un sueño me acuna, y yo me acomodo
mi almohada de luna, a pesar de todo...
A pesar de todo, la vida que es dura,
también es milagro, también aventura.
A pesar de todo irás adelante.
¡La fe en el camino será tu constante!
A pesar de todo, dejándola abierta,
verás que se cuela el sol por tu puerta.
Siempre hay un motivo, si encuentras el modo,
de sentirte vivo... ¡A pesar de todo!
A pesar de todo estoy aquí puesta,
los pájaros sueltos, el alma de fiesta.
A pesar de todo me besa tu risa,
y el duende, y el ángel del vino y la brisa.
A pesar de todo, el pan y la casa,
los chicos que crecen jugando en la plaza...
A pesar de todo, la vida ¡qué hermosa!
siempre y sobre todo, de todas las cosas.
Vaya para todos la letra:
A pesar de todo, me trae cada día
la loca esperanza, la absurda alegría.
A pesar de todo, de todas las cosas,
me brota la vida, me crecen las rosas.
A pesar de todo me llueven luceros,
invento un idioma diciendo... “te quiero”.
Un sueño me acuna, y yo me acomodo
mi almohada de luna, a pesar de todo...
A pesar de todo, la vida que es dura,
también es milagro, también aventura.
A pesar de todo irás adelante.
¡La fe en el camino será tu constante!
A pesar de todo, dejándola abierta,
verás que se cuela el sol por tu puerta.
Siempre hay un motivo, si encuentras el modo,
de sentirte vivo... ¡A pesar de todo!
A pesar de todo estoy aquí puesta,
los pájaros sueltos, el alma de fiesta.
A pesar de todo me besa tu risa,
y el duende, y el ángel del vino y la brisa.
A pesar de todo, el pan y la casa,
los chicos que crecen jugando en la plaza...
A pesar de todo, la vida ¡qué hermosa!
siempre y sobre todo, de todas las cosas.
martes, 6 de abril de 2010
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