lunes, 9 de abril de 2012

Un gato de colores

“Ponte color que al morir los hombres son blancos” Luis Alberto Spinetta


Marcela tenía apenas cinco años, cuando un día en la escuela, las monjas le dieron a cada nena un papel con un gato dibujado que debían pintar. Ellas los colorearon de marrón o de negro pero Marcela lo hizo con muchos colores: rojo, verde, amarillo, azul, anaranjado, violeta. Estaba muy orgullosa de su trabajo y de su gatito que sonreía. Pero para su sorpresa, a las monjas les pareció “horrible, un mamarracho” y llamaron a sus compañeritas que se rieron de ella y de su obra. Le preguntaron si le parecía “normal” su gato y ella les respondió que sólo era un dibujo y no un gato verdadero.
Ahora Marcela va por la vida vestida de arco iris y les regala a los que quiere un color diferente cada día.
 
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