jueves, 20 de septiembre de 2012

Pequeñas cosas



“Ya no sirve vivir para sufrir” Charly García



No nos enseñaron a disfrutar de las pequeñas cosas sino a cumplir obligaciones y más obligaciones, hasta que las obligaciones no te dejan ver más allá de tu nariz.
Afortunadamente las pequeñas cosas de la vida están ahí, al alcance de la mano, aunque a veces no las vemos. Están en la naturaleza, en la mirada  y el abrazo de los seres que amamos, en el silencio compartido, en una charla cotidiana. Están en un rincón de la casa, en una planta.
Están, vaya si están, sólo tenemos que saber mirarlas.

sábado, 18 de agosto de 2012

Me extraño a mí




Hay veces en que me convierto en una extraña de mí misma y tengo que buscarme en una canción, en un párrafo subrayado de un libro, en las palabras de aliento de una amiga, en un árbol que no había mirado.

Quiero reencontrarme conmigo y quererme con mis virtudes y defectos, con mis logros y mis fracasos. Éste es mi camino y no es recto. Tiene marchas y contramarchas. Tiene sueños que concreté y otros que no pude o todavía no me animé a concretar.

Quisiera que mi vida fuera un árbol al que abrazo fuerte mientras el sol me da en la cara.

jueves, 12 de julio de 2012


ORO EN POLVO

 A Mónica

“Viva ahora las preguntas.  Quizá vivirá entonces, poco a poco, sin notarlo, algún lejano día, dentro de la respuesta” Rainer Maria Rilke

Esa mañana cuando Sofía se despertó sintió que ya no era la misma.  Mientras se preparaba unos mates para empezar a trabajar en el taller de cerámica que tenía en su propia casa, un pigmento dorado que iba a utilizar le recordó la frase de Pablo, su marido, cuando el día anterior le habló de un trabajo que era “oro en polvo”. 
Se acomodó en un  simple rodete su larga cabellera pelirroja y se hizo la pregunta: “¿Qué era “oro en polvo” para ella?”
Como pasa algunas veces, la respuesta le llegó de ese país especial del mundo de los sueños.  La noche anterior soñó que una tarde de invierno estaba en la casa de sus abuelos tomando la leche y jugando con ellos.  Sí, eso era “oro en polvo”: aquella tarde con la nona y el nono. 
Finalmente había encontrando la respuesta a su pregunta.


jueves, 7 de junio de 2012

La casa


Voy a dejar esta casa a donde llegué recién casada y con un montón de sueños. Muchos los concreté.
En esta casa amé y fui amada, comí, soñé, lloré, reí.
En esta casa crié a mi hijo y de esta casa me estoy despidiendo.
Me voy distinta a como llegué con más años, más experiencia. Con un hijo ya adolescente.
Nos espera una nueva casa. Un nuevo cambio en el camino.
El camino está hecho de cambios.

viernes, 4 de mayo de 2012

Auténtica

 “Una es más auténtica cuanto más se parece a lo que soñó de sí misma”. Monólogo de Agrado de la película “Todo sobre mi madre” de Almodóvar

 Para ser auténtica me levanto cada día. Camino largo y lento, con marchas y contramarchas. Conocerme y aceptarme sin juzgarme es difícil. Pero vale la pena. Aunque a veces las penas por no ser aceptada me inundaron el alma. Ahora sé que los que me quieren, me quieren como soy. También sé que no soy todavía como quisiera ser y que me llevará toda la vida intentar parecerme a lo que soñé de mí misma. Pero sé que el intento vale y que no paso por esta vida en vano.

lunes, 9 de abril de 2012

Un gato de colores

“Ponte color que al morir los hombres son blancos” Luis Alberto Spinetta


Marcela tenía apenas cinco años, cuando un día en la escuela, las monjas le dieron a cada nena un papel con un gato dibujado que debían pintar. Ellas los colorearon de marrón o de negro pero Marcela lo hizo con muchos colores: rojo, verde, amarillo, azul, anaranjado, violeta. Estaba muy orgullosa de su trabajo y de su gatito que sonreía. Pero para su sorpresa, a las monjas les pareció “horrible, un mamarracho” y llamaron a sus compañeritas que se rieron de ella y de su obra. Le preguntaron si le parecía “normal” su gato y ella les respondió que sólo era un dibujo y no un gato verdadero.
Ahora Marcela va por la vida vestida de arco iris y les regala a los que quiere un color diferente cada día.

lunes, 12 de marzo de 2012

A mis hermanos del alma

No tienen tu misma sangre, no son tus padres ni tus hermanos. Pero tienen un parentesco extrañamente poderoso que es el del alma. Puede que estén en la otra punta del mundo o al alcance del teléfono, de la mano o del abrazo. Y te acompañan en las noches en las que la soledad te duele porque te mandan un mensaje por e-mail o por una estrella. Porque sabés que en alguna parte están y sólo por eso, por saber que existen te sentís menos sola.
 
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