“Ya no sirve vivir para sufrir” Charly García
No nos enseñaron a disfrutar de las pequeñas cosas
sino a cumplir obligaciones y más obligaciones, hasta que las obligaciones no
te dejan ver más allá de tu nariz.
Afortunadamente las pequeñas cosas de la vida están
ahí, al alcance de la mano, aunque a veces no las vemos. Están en la
naturaleza, en la mirada y el abrazo de
los seres que amamos, en el silencio compartido, en una charla cotidiana. Están
en un rincón de la casa, en una planta.
Están, vaya si están, sólo tenemos que saber mirarlas.
Están, vaya si están, sólo tenemos que saber mirarlas.