Este título lo tomé del libro “Cartas a un joven poeta” de Rainer Maria Rilke, libro que me acompaña siempre y del cual nació este poema:
Amar desde lo más profundo de mí
En cuerpo y alma
No en soledad compartida
Sino en búsqueda y juego,
En miradas cómplices,
En cielo embrujado,
En caricias infinitas
Que nos unan
Y no nos separen.
Diferentes y juntos,
libres y acompañados.
La luna como testigo
de nuestro silencio
de mar infinito
de horizonte esperanzado.
martes, 8 de diciembre de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario