Las noches que llovía, cuando mi abuelo Antonio recibía el diario Crónica de su canillita, el Negro gritaba a viva voz "diario, diario, Crónica, Razón,diario, diario" y recibía el doble de propina por estar trabajando bajo la lluvia.
Entonces, el Negro que era bien pícaro, si no llovía igualmente gritaba :"¡vamos que llueve!" y recibía su propina habitual aunque deseaba que lloviera para ganar un poco más.
jueves, 2 de febrero de 2012
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