Vaya este poema
para aquellos que están perdidos
en su propio laberinto.
Para aquellos cuya alma empequeñecida
cayó en un sueño de infancia.
Para aquellos cuyo barrilete
no remontó nunca.
Para aquellos que la vida
hirió, secó, quebró.
Pero sobre todo
vaya este poema
para aquellos que se levantaron
y conjugan la esperanza
para los que le ponen colores
a la locura, al desatino, a la tristeza
y dibujan una sonrisa de arco iris
en el horizonte de la belleza.
jueves, 4 de marzo de 2010
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