Hace mucho tiempo que leo y escribo. No concibo la vida sin arte. La necesidad y la pasión de contar historias, palabras y silencios me llevaron a ser una lectora voraz en la adolescencia, selectiva en la madurez.
Los libros me acompañan como amigos fieles a los que recurro en momentos difíciles y me rescato a mí misma y me reencuentro en algún párrafo subrayado.
Mi deseo es que estas palabras y las que vendrán los reconforten un poco o al menos los acompañen por un rato.
jueves, 6 de agosto de 2009
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decidí empezar por el principio
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